El daño potencial  al futuro del recién nacido inicia desde antes del nacimiento. Algunos tienen mayores posibilidades de sufrir complicaciones debido a los trastornos que se presentaron durante el desarrollo fetal, los trastornos de gestación en la madre o los problemas que pueden originarse durante el trabajo de parto y el parto. En ocasiones, las complicaciones son inesperadas y pueden producirse sin que haya indicios previos. En otras ocasiones, existen factores de riesgo que aumentan la posibilidad de que aparezcan problemas.

 

El reto es generar los diagnósticos de manera oportuna y la prevención de un daño que pueda ocasionar discapacidad.